Masa sensorial Penikes: creatividad, calma y color para los niños

En Penikes creemos que la infancia se construye con pequeñas experiencias que despiertan la curiosidad, el arte y la calma.

Una de las más mágicas y sencillas es la masa sensorial: una mezcla suave, colorida y llena de posibilidades.

Prepararla en casa es tan fácil como combinar:

→ 2 tazas de harina

→ ½ taza de aceite (o un poco de agua)

→ unas gotas de colorante en tonos fucsia, lila y celeste Penikes

Al mezclar, algo hermoso ocurre: los niños no solo crean colores, sino también momentos.

Momentos de conexión, concentración y alegría.

¿Para qué sirve la masa sensorial Penikes?

Más que un juego, la masa sensorial es una herramienta de aprendizaje y bienestar.

Desarrolla la motricidad fina:

Amasar, apretar o estirar fortalece los músculos de las manos y prepara para la escritura.

Estimula la creatividad:

Cada color se transforma en personajes, formas o historias inventadas.

Promueve la calma:

El contacto con la masa reduce el estrés y mejora la concentración.

Refuerza el vínculo familiar:

Padres e hijos comparten un momento sin pantallas, con risas y complicidad.

Fomenta la exploración sensorial:

Los niños descubren texturas, temperaturas y formas, desarrollando su percepción del mundo.

En Penikes, cada color tiene un propósito:

→ El fucsia inspira alegría.

→ El lila invita a la calma.

→ El celeste despierta los sueños.

La masa sensorial Penikes enseña a los niños a crear, sentir y relajarse al mismo tiempo.

Es arte, juego y bienestar… en un solo toque.

Porque en Penikes, creemos que la creatividad se siente con las manos y se vive con el corazón.

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